CIC nanoGUNE y CIKAUTXO trabajan conjuntamente en la optimización del caucho
CIC nanoGUNE, el Centro de Investigación Cooperativa en Nanociencias, y CIKATEK, la unidad de I+D+i de CIKAUTXO, trabajan conjuntamente para la obtención de caucho de alto valor añadido mediante la aplicación de la nanotecnología.
El caucho es un tipo de elastómero, que son polímeros elásticos capaces de deformarse muy fácilmente. La principal característica de los elastómeros es su alta elongación o elasticidad y flexibilidad que disponen dichos materiales frente a cargas antes de fracturarse o romperse.
El proyecto se enmarca dentro del Programa de Ayudas a la Investigación Colaborativa en Áreas Estratégicas ELKARTEK del Gobierno Vasco. Se financian tres tipos de proyectos y éste se situa en los proyectos tipo 2 que pertenecen a proyectos de investigación con alto potencial industrial.
En palabras de José Santos, Responsable del área de Inyección de CIKATEK “este proyecto supone una gran oportunidad para CIKAUTXO: las prestaciones de los componentes elastoméricos convencionales están muy optimizadas y es difícil lograr una ventaja competitiva si no se transciende la tecnología.”
Es por ello que el proyecto propone una optimización del caucho mediante dos tecnologías disruptivas propuestas por dos departamentos independientes en nanoGUNE: el grupo de Nanobiotecnología liderado por Raúl Pérez-Jiménez y el grupo de Nanomateriales, liderado por Mato Knez.
En concreto, el grupo de Nanobiotecnología de nanoGUNE propone por una parte un nuevo material ideal para la fabricación de composites y matrices en una multitud de aplicaciones que van desde la construcción a la medicina. “El empleo de este nuevo material incorporado en materiales elastoméricos está muy poco explorado y sin duda ofrece un campo a explorar con gran impacto comercial, puede dotar al caucho de mayor resistencia dinámica y de corrosión y no existen aún productos comerciales o testados empleando dicha mezcla, por lo que el proyecto se presenta como una gran oportunidad tanto de adquisición de conocimiento como de impacto comercial en el futuro”, señala Raúl Pérez-Jiménez. “Este proyecto, además, plantea la posibilidad de una investigación multidisciplinar al combinar conceptos de biotecnología, ciencia de materiales e ingeniería con un claro enfoque comercial y de mercado”, añade.
Por otro lado, “un enfoque igualmente prometedor para mejorar las propiedades de los materiales elastoméricos se propone desde el grupo de Nanomateriales de nanoGUNE y consiste en la fabricación de materiales híbridos poliméricos-inorgánicos en los que es posible establecer sinergias dando lugar a nuevas propiedades que dichos componentes no presentan de forma individual, o bien mejorando sus propiedades iniciales”, señala Mato Knez. “Mientras que los enfoques tradicionales implican en su mayoría el uso de la galvanoplastia o el ensamblaje molecular de las superficies, los enfoques modernos utilizan técnicas capaces de modificar las propiedades interfaciales de un sustrato mediante la generación de materiales híbridos. La hibridación puede generar efectos sinérgicos de las fases inorgánica y polimérica, por lo que puede convertirse en un mecanismo importante para mejorar las propiedades mecánicas y reducir al mínimo la fatiga del elastómero”, añade.
Todos coinciden en que “el empleo de estas tecnologías punteras aún por explorar sin duda permitirá un salto cualitativo en aumento de prestaciones de los componentes y si eso se lograse se podría aumentar la competitividad ya que se podría mantener el cumplimiento del cuaderno de especificaciones con componentes más pequeños, o bien más ligeros, o bien más competitivos en precio”.