CIC nanoGUNE organiza la primera escuela de verano de Nanoscopía Óptica de Campo Cercano
"Cuando desarrollamos las herramientas de nanoimagen óptica s-SNOM y nano-FTIR, nunca pensé que pudieran tener un potencial de aplicación tan amplio", afirma el Profesor de Investigación Ikerbasque Rainer Hillenbrand cuando es preguntado por la evolución de su campo de investigación. Esta semana, del 6 al 9 de junio, la escuela de verano de Nanoscopía Óptica de Campo Cercano que han organizado desde nanoGUNE junto con Ensemble3 y Attocube, acogerá a más de 70 participantes deseosos de aprender a sacar el máximo partido a estas técnicas.
s-SNOM y nano-FTIR son herramientas únicas de imagen óptica y espectroscopia que permiten tanto la obtención de imágenes a nanoescala como la realización de espectroscopia en un amplio rango espectral, entre las frecuencias visibles y los terahercios. Rainer Hillenbrand fue uno de los investigadores que participaron en el desarrollo de estas técnicas y en su comercialización, lo cual abrió un campo completamente nuevo de investigación experimental de los fenómenos ópticos y las propiedades de los materiales a nanoescala. Desde que se incorporó a nanoGUNE en 2009, su grupo ha seguido desarrollando y aplicando estas herramientas para explorar nuevos materiales y fenómenos relacionados con la luz a escala nanométrica.
"Es realmente emocionante ver cómo una técnica que uno mismo ha desarrollado puede revolucionar el análisis a nanoescala de los materiales", expresa Hillenbrand. Por ejemplo, s-SNOM ha permitido grandes avances en la comprensión de cómo se propagan la luz y otras formas de radiación electromagnética en materiales 2D como el grafeno. "Hemos podido 'comprimir la luz' para que quepa en estos materiales de tamaño nanométrico y visualizar cómo se comporta allí, lo que abre nuevas posibilidades para el desarrollo de dispositivos optoelectrónicos para aplicaciones de detección, comunicación o sensores", explica el investigador.
Además, los instrumentos s-SNOM y nano-FTIR pueden considerarse microscopios químicos para la nanoescala, lo que los convierte en herramientas muy interesantes para el campo de la ciencia de materiales. Permiten analizar fármacos, semiconductores, contaminaciones, la corrosión de materiales y estudiar la catálisis. Actualmente, se está empezando a utilizar en I+D industrial para estudiar pruebas de concepto, para el análisis de fallos en la fabricación de chips o para el análisis de productos farmacéuticos y cosméticos.
"El potencial de esta tecnología está suscitando un gran interés en grupos de investigación y desarrollo de todo el mundo, y por este motivo asumimos el reto de organizar este primer curso. Hemos sido capaces de combinar sesiones específicas para ofrecer formación tanto de los fundamentos como los aspectos prácticos de la técnica, la instrumentación, la metodología y el análisis de datos, con intervenciones sobre los últimos avances en este campo a cargo de expertos internacionales”, añade Hillenbrand.
Aún hay mucho margen para seguir avanzando. Según Hillenbrand, los siguientes retos son la obtención de imágenes en líquidos para analizar muestras in vivo; la obtención de imágenes de procesos ultrarrápidos para comprender mejor los procesos físicos y químicos; y la obtención de imágenes ópticas a baja temperatura para estudiar fenómenos fundamentales en materiales cuánticos. El desarrollo de estas nuevas capacidades ampliará aún más el potencial de aplicación único de la espectroscopia s-SNOM y nano-FTIR.