Impresión de estructuras biológicas complejas para aplicaciones médicas

Los centros de investigación CIC nanoGUNE y POLYMAT, y la empresa de impresión 3D, Indart3D, colaboran para poner a disposición del personal médico e investigador una herramienta que cree tejidos humanos con la precisión y complejidad requerida para la regeneración de tejidos y órganos. El proyecto, denominado NANOPRINT BIO, nace de una colaboración única entre centros de investigación y empresas, y cuenta con el apoyo del programa de ayudas a la I+D del Gobierno Vasco Hazitek 2023.

NANOPRINT BIO

En una sociedad cada vez más longeva, la ingeniería de tejidos busca desarrollar soluciones para reparar o reemplazar tejidos y órganos dañados o enfermos con un enfoque personalizado, con el objetivo de ofrecer tratamientos específicos y adaptados a las necesidades individuales de cada paciente. Una de las mayores promesas de la ingenería de tejidos es la creación de tejidos y órganos funcionales a partir de células del propio paciente, dando solución a enfermedades hoy por hoy incurables.

NANOPRINT BIO tiene el potencial de dar un paso más en esta dirección, gracias a la combinación de tecnologías avanzadas de bioimpresión y nanofabricación. “Esta plataforma combinará tecnologías avanzadas para lograr un alto grado de precisión en la producción de estructuras biológicas complejas con propiedades mecánicas y biológicas adecuadas para su uso en aplicaciones biomédicas”, explica Javier Latasa, responsable del proyecto en nanoGUNE.

“El proceso consiste prácticamente en dos fases y es la misma máquina quien se encarga de ambas: primero, se imprime o se obtiene el andamio —la base— que consiste en una estructura fibrosa que aporta robustez y al mismo tiempo ofrece las propiedades mecánicas similares al tejido deseado. Después, sobre esa base se deposita un hidrogel con células madre que terminarán generando el tejido deseado con un nivel de precisión estructural sin igual, resultando en un tejido funcional”, añade Javier Latasa.

“El proyecto tiene además —indica Latasa— el objetivo de que la herramienta final sea sencilla, para que pueda ser utilizada directamente por el personal médico o investigador. Esto les permitirá crear tejidos para realizar estudios personalizados y evaluar cómo va a responder cada paciente a determinados fármacos y terapias”.

Las tres entidades participantes en el proyecto coinciden en que “esta innovadora herramienta tiene el potencial de revolucionar la biofabricación de tejidos humanos y mejorar la calidad de vida de numerosos pacientes a nivel global, ya que permite una reproducción más precisa de las caracteristicas de los tejidos”. Es decir, “nos acercamos cada vez más a la reproducción exacta de los tejidos reales ”, concluye Javier Latasa.